viernes, 9 de diciembre de 2016

Desarrollo sostenible de equipos informáticos

Con el avance de las nuevas tecnologías se han ido fabricando los diferentes dispositivos de manera masificada. Esto ha hecho que aparezcan nuevos conceptos como obsolescencia programada o basura electrónica.

La obsolescencia programada es la programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto, este se torne no funcional, inútil o inservible. Su función es hacer pagar al consumidor dos o más veces por medio de productos degradables o de necesaria y continua actualización que generen relaciones de adicción. Algunos ejemplos de objetos programados para su fin  pueden ser las consolas, las bombillas, los coches, las lavadoras, los frigoríficos o cualquier aparato electrónico.
Algunas películas que tratan sobre este tema son Wall-e o Robots. Escena de la película Wall-e rodeado de basura.

La basura electrónica es conocida por el concepto RAEE (Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). El tratamiento inadecuado de los RAEE puede ocasionar graves impactos al medio ambiente y poner en riesgo la salud humana.

Las tres erres son tres conceptos que intentan luchar contra la generación de la basura electrónica. Estos conceptos son: Reducir, trata de disminuir el consumo de bienes o energía; Reutilizar, consiste en en darle al objeto una segunda vida, y Reciclar, se basa en someter materiales usados a un proceso de transformación para que puedan ser nuevamente utilizados.
Respecto a lo personal, cuando cambio de ordenador, móvil, consola o cualquier aparato eléctrico o electrónico lo que hago es llevarlo a un punto limpio y una vez allí le hacen lo conveniente.



En conclusión, debemos hacer uso de las tres erres para evitar la basura electrónica, aunque esté el problema de la obsolescencia programada, para reducir el calentamiento global porque sino salimos perdiendo todos.

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